19 diciembre 2025

Cuando las Charos conocen a Batman

Batman llegó a Pantallazul desde Gotham con la seguridad de quien cree que el mal es universal y se combate igual en todas partes.

Nada más entrar, dejó el Bat-Coche en doble fila. Con las luces puestas. Sin mirar atrás.

Ahí lo vieron.

No se acercaron de golpe.

Las Charos nunca se acercan de golpe. Primero miran. Y mientras miran, ya han decidido.

— Mira tú, si no es el muchacho ese de las pelis…

— Sí, el de negro. Siempre tan serio.

— Mucha oscuridad para un pueblo tan soleado.

Batman se giró al oírse señalado.

— Yo solo intento mantener la ciudad a salvo.

— Ya, claro —dijo una, sin levantar la voz—. Siempre es eso. Salvar. Pero desde la violencia y el machismo...

— ...Y desde el silencio —añadió otra, como completando la frase—. Ni un "buenos días". 

Batman bajó del Bat-Coche, todavía confiado.

— Es una emergencia.

— Todo es una emergencia cuando eres tú el que decide —dijo una.

— Y cuando te permites aparcar así —remató otra, señalando la doble fila.

— Además —continuó una tercera—, esa cara… eso es tensión acumulada.

— Mira, cariño —le dijo, ya más cerca—, si vas a salir por ahí a proteger, ponte al menos crema hidratante. Esa piel está pidiendo auxilio.

— Con ese antifaz —apuntó otra con tono de experta— solo te proteges la identidad, no el contorno de ojos.

Batman parpadeó.

— Yo trabajo de noche.

— Ya —respondieron casi a la vez—. Eso no ayuda.

— Ni al descanso.

— Ni a gestionar emociones.

— Ni a la convivencia. ¿Quién hace la compra? ¿Quién lleva la ropa a lavar? ¿O es que en la Batcueva hay un sistema patriarcal de sirvientes?

Desde el fondo de la calle se oyó un eructo largo y orgulloso.

— Buaaaaarp.

— ¿Ese no es Manolo? —preguntó una, sin girarse.

— Sí —respondió otra—. El de siempre. Pero fíjate: no molesta, no ocupa, no impone.

Batman, por primera vez, desvió por una fracción de segundo su mirada de las Charos hacia el origen del sonido. No vio una amenaza. Vio a un hombre en paz con su digestión. La confusión fue más profunda que cualquier enigma del Acertijo.

Intentó reconducir.

— Vengo de Gotham. Allí lucho contra criminales.

— Importando métodos.

— Sin preguntar.

— Convencido de que aquí no sabemos organizarnos.

Charo Sororidad se cruzó de brazos.

— Mucha misión individual y cero red. Eso no es heroicidad. Es machismo con presupuesto.

Batman respiró hondo.

— Yo no discrimino.

— Claro que no. Solo decides solo.

— Ocupas espacio.

— Y bloqueas el autobús.

Otro eructo, más corto, como de apoyo.

— Burp.

Silencio.

Charo Gamma sacó el móvil.

— Mira, te voy a pasar el contacto de una amiga coach.

— Te va a venir muy bien para trabajar la culpa.

— Y el ego.

— Y esa necesidad de cargar con todo.

Batman dio un paso atrás.

— Yo voy solo.

— Eso no es fortaleza.

— Eso es no saber pedir ayuda.

— Y otra cosa —añadió una, ya casi con cariño—: ir solo por la noche no es seguro.

— ¿Has pensado en avisar cuando llegues a casa?

Batman apretó la mandíbula. No había Bati-argumento que valiera aquí. Su mano se desplazó al cinturón y activó el gancho con un chasquido de frustración.

— Huir es una respuesta típica del conflicto no resuelto. Y huir sin cerrar el diálogo también es muy masculino —le soltaron mientras se elevaba, balanceándose de forma poco elegante.

Antes de desaparecer, una última frase, dicha con calma:

— ¡Y quita el Bat-Coche de la doble fila!

Batman arrancó y se fue.

Las Charos se quedaron quietas un segundo.

— Se ha ido pensativo por nuestras indicaciones. Mucha masculinidad tóxica.

— Algo aprenderá.

Desde lejos, Manolo volvió a eructar. Esta vez satisfecho.

— Brrruuupppp.

— ¿Ves? —dijo una Charo—. Al final, el problema no era Gotham.

— Era venir sin escuchar.

Conclusión

Batman protege ciudades enteras desde las sombras.

Las Charos, en cambio, detectan fallos, señalan culpables y hacen pedagogía sin capa, sin gadgets y sin pedir perdón.

Y en Pantallazul, donde el autobús de las 8:30 no puede pasar porque hay un artilugio en forma de murciélago en doble fila, eso suele ser más que suficiente.

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